jueves, 13 de octubre de 2011

NOMBRE CLAVE: COLMILLITOS

Así que empecé a escribir el guión del nuevo proyecto, aprovechando que tenía una semana libre. No fue una cosa demasiado pensada, me largué a escribir más que nada para ver cuánto duraba lo que me estaba imaginando, porque sospechaba que era corto para una película.
En el medio de este proceso tuve una pequeña sorpresa. Hice una breve pausa en la escritura para ir al supermercado chino de mi cuadra a comprar papel higiénico y dejé el guión abierto en la pantalla de la computadora. Al regresar me encontré a mi hijo de 10 años sentado ahí leyéndome el guión con una impunidad natural y sorprendente. Directamente me espetó: "empieza todo demasiado rápido". Y a continuación adivinó el secreto de uno de los personajes que yo pensaba develar pícaramente en el último tercio de la película.
¡He creado un monstruo! Por supuesto que tenía razón en todo lo que me dijo, encima vio una oportunidad que buscaba hace tiempo, la de actuar en una película mía junto a su hermana. Naturalmente deslizó la idea de la escena completa diciendo algo así como "¿Por que no aparecen dos chicos jugando al dulce o truco y somos nosotros?"
Lo increíble en que una escena así quedaba fantásticamente coherente y al mismo tiempo cómica en el guión. De modo que, lo quiera o no, parece que tengo un co-guionista.
Ah, dicho sea de paso el guión me quedó corto, apenas 42 páginas para algo que normalmente tendría 90, así que ya estoy abocado a la tarea de alargar. Pero bueno, seguiré los consejos de mi hijo y haré que la cosa empiece más lentamente, ya estoy cocinando un par de ideas para eso.
¿Por qué alargar el guión y no filmar un mediometraje de 42 minutos? Porque sinceramente... los mediometrajes no existen.

sábado, 8 de octubre de 2011

DIARIO DE UN NUEVO PROYECTO

Alguna vez conté en algún lado que la idea de Fantasma de Buenos Aires apareció mientras buscaba una historia que ocurriera casi toda en un sólo lugar. Ese lugar era donde jugaban al "Juego de la copa" y donde aparecía la sombra que cantaba tango. Luego el desarrollo de la idea llevó a que recorrieran la ciudad, de día, de noche, a que aparecieran discotecas, mansiones, escenas de época, con extras, con una pequeña orquesta de tango, con exteriores antiguos y todo eso. Quedó algo mucho, mucho más complicado y caro que lo que buscaba al principio, una historia que ocurriera casi toda dentro de un departamento.
En realidad casi siempre fue así. Los cortos que hice cuando era chico o adolescente generalmente se me ocurrían a partir de un lugar al que podía acceder a filmar. Una casa abandonada, una cantera, o mi propia casa fueron escenarios para mis peliculitas. En mi corto "El paseo de Maltecci" se ve el departamento en donde vivía en ese entonces y los barrios de Once y Almagro por donde transitaba bastante en aquel tiempo. Este proceder mental queda expuesto en ese corto de manera explícita en el monólogo interno del protagonista, que piensa: "Este lugar podría ser un buen escenario... ¿pero de qué?".
Y parece que con los años mi obsesión por hacer una película que me resulte fácil de producción no desapareció, sino que se perfeccionó.
Finalmente se me ocurrió una historia que puede ser un largometraje que ocurra en un 90% en mi casa actual, con pocos actores.
Como estoy en el verdadero comienzo de un proyecto que tiene altísimas posibilidades de convertirse en realidad, se me ocurrió ir contando en mi blog paso a paso el avance de la producción, y esta es la primera entrada al respecto.
Todavía estoy escribiendo el guión, del que no puedo adelantar nada para que a nadie se le ocurra inspirarse en él, pero puedo decir que es una comedia con un hombre-lobo.
Tampoco puedo decir el título aún (hasta que el proyecto esté debidamente registrado) por lo que puedo usar un nombre clave: "Colmillitos".
Así que muy pronto les voy a ir contando como avanza el guión de Colmillitos. ¡Por este mismo Bati-blog!