Como ya pasó mucho tiempo desde el fin del rodaje y se me
juntaron muchas cosas que contar, se me ocurrió unir todo en un formato que es
el máximo exponente del egocentrismo argentino-porteño: el autorreportaje.
Así que aquí vamos:
- ¿Cómo se te ocurrió la idea de la Noche del Chihuahua?
- No no no. ¿Vas a hacerme la pregunta más obvia de todos
los reportajes a cineastas? Ya la contesté con creces en este mismo blog.
Preguntame otra cosa.
- Bueno che… que tipo susceptible… a ver… ¿Por qué la
película es en blanco y negro?
- Supongo que esa pregunta también pinta para best seller…
pero bueh… Te la tomo. Por un lado siempre me gustó el estilo de imagen
expresionista, que luego fue tomado por el cine negro americano, y como yo hice
la dirección fotografía me di el gusto de hacer algo con ese estilo.
- Pero digamos que no tiene mucha justificación en una
comedia…
- Me di el gusto de hacerlo sin justificación y punto. O más
o menos, porque en realidad tiene que ver con un clima de terror y suspenso que
por momentos se vive en la peli, aunque siempre desemboque para el lado de la
comedia. Además el blanco y negro en una producción de bajo presupuesto ayuda
mucho. Por ejemplo: las luces para cine tienen un color muy exacto para que se
vea blanco en la pantalla, pero en este caso al ser una imagen monocromática pude
usar luces comunes ya que no me importaba que fueran más frías o cálidas que
las normas que hay para la fotografía. Estas luces consumen muchísimo menos y
son mucho más baratas que las profesionales.
- ¿Y algo más?
- Okey, no me hago rogar porque claramente ya sabés la
respuesta. La verdadera razón por la que filmé en blanco y negro es porque no
me gusta el color de las paredes de mi casa.
- Esclarecedor. ¿Cómo fue ese rodaje tan particular?
- Bárbaro. Un rodaje íntimo. El primer día que se juntaron
los cuatro actores principales había momentos en que se reían tanto que no se
podía filmar. Me acuerdo otra jornada en que mientras yo ponía las luces
agarraron una guitarra y se pusieron a cantar, Iván Espeche cantó unos tangos y
los “Hermanos Silveyra” hicieron un dúo muy lindo. La verdad es que fue muy
agradable sentir que la filmación se transformaba en una especie de reunión de
amigos que de paso hacían una peli.
Además, la filmé casi en el mismo orden que el guión y eso permitió
que los personajes fueran creciendo a medida que se complica la trama. De a
poco van apareciendo pequeñas improvisaciones, detalles que los actores creaban
en el momento, gestos, miradas. De alguna manera yo fui haciendo lo mismo con
la puesta de cámara. Filmar en orden es lo mejor que le puede pasar a un
director y a su elenco, lo otro es una cruel imposición de la producción.
- Pero habrá habido algún momento de tensión o algunos
problemas.
- No.
- ¿Nada nada?
- Bueno… a ver… los
colmillos que se usan en la peli los compramos en la Bond Street y los colocó
mi mujer, Jesica. Pero como al principio no tenía cancha el primer par que le
hicimos a Talo Silveyra no se le quedaba bien agarrado. Teníamos varias teorías
sobre como pegarlo de manera alternativa, con palitos de la selva, con chicle y
al final terminé yendo a las once de la noche a comprar Corega, pegamento para
dentadura postiza. Esa noche casi se suspende la filmación. Pero igual esa
suspensión no habría sido nada grave, porque justamente al filmar en mi casa
tenía la locación disponible en cualquier momento. Eso fue la base de un rodaje
feliz.
- ¿Qué tal fue la experiencia de filmar con Benjamín Rojas?
- Me da vergüenza confesar que yo tenía un cierto prejuicio
sobre Benjamín. Es algo que a él creo que le pasa bastante, pensaba que
solamente era el pibe lindo de Rebelde way. La verdad es que me encontré con
algo muy distinto. Es un tipo muy inteligente y al mismo tiempo muy sencillo.
En la película se ve lo mucho que tiene para dar como actor. Sencillamente
estuvo excelente. No tengo más que agradecimiento para él.
- Bueh… si solamente vas a decir cosas buenas no es tan
interesante. Cambiando de tema, en la peli se nombran varias marcas
registradas. ¿Son sponsors?
- No.
-¿Y entonces?
- Justamente como no va a tener un estreno en salas
comerciales hice que los personajes hablaran libremente, como habla la gente.
Si había que decir “Facebook” no iban a decir “una red social”. Directamente
decían Facebook y chau. Lo mismo va para Windows, Batman, aceite Johnson,
Inframundo o no sé cuántas cosas que se dicen. Me manejé con total impunidad.
- ¿Solamente la puede entender un friki?
- Cualquiera la puede entender, reírse y entretenerse, pero
hay un montón de referencias, chistes y citas de cultura de distintos
ambientes, cine, comic, literatura, que es raro que todo el mundo llegue a
captar. Pero esa mezcla es sincera en mi. En mi mente se mezclan Batman y Buñuel.
Igual cuando se estrene voy a escribir en este mismo blog
una “Guía intertextual de La Noche del Chihuahua” para que eso no pase tan
desapercibido.
- ¿Qué le dirías a la
gente que espera ver en esta película algo como una segunda parte de "Fantasma de Buenos Aires"
- Que no la vea.
- ¿Pero no era que Iván Espeche interpretaba a un
descendiente de Canaveri?
- Se menciona a un “flaco Canaveri” pero no guarda más
relación que el nombre con el personaje de Fantasma de Buenos Aires. Es más, todo
resulta en un comentario burlón sobre la mezcla entre el tango y el género
fantástico. Una burla a mí mismo.
- ¿Pero por qué nos burlamos de mí mismo?
- Qué se yo. Creo que es porque por “Fantasma…” y “Bar de
mala muerte” siento que algunos me tomaron como una especie de director cuya
misión es reivindicar el tango. La verdad es que yo no siento eso. Es solamente
una cosa que me interesa, pero no lo único que le interesa.
- ¿Qué más te interesa?
- El sexo.
- Epa! Qué frontalidad! ¿No quedaba mejor decir “El amor” o
“La mujer”?
- Ah si, si… tenés razón… ahí va:
El amor… la mujer…
- Te salió perfecto.
- Gracias.
- ¿Por qué no pidió subsidio al INCAA para hace la película?
- Porque no lo necesitaba.
- Pero podrías haberte quedado con algo de platita…
- No soy un filántropo ni un benefactor de la humanidad,
pero sinceramente, esta película no la hice por la plata. ¿Tan raro es eso hoy
en día?
- Si.
- Y bueno… seré medio boludo.
- Hablá por tu mitad. ¿Hay algo más que quieras agregar?
- Si.
- ¿Qué?
- “El sedimento es pulpa que precipita”
- Por Dios qué tipo tarado.